Introducción
Una solución sencilla y práctica para lograr pavimentos de hormigón con superficies antideslizantes es escobar la superficie del hormigón fresco durante su proceso inicial de fraguado.
La mayoría de los pavimentos de hormigón suelen endurecerse superficialmente con capas de rodadura cementicias pigmentadas o grises, esto crea superficies duras, densas, industriales y duraderas.
Son sin duda, pavimentos muy recomendados para entradas a garajes, rampas, aceras, paseos, etc.
Proceso
El proceso típico para un acabado de escoba es:
- Verter el hormigón de la losa
- Extenderlo y reglearlo
- Talocharlo a poder ser con talocha de magnesio que aplane-alise correctamente toda la superficie.
- Esperar durante el periodo del inicio de fraguado a que el agua de exudación se evapore y no exista agua superficial. Consulte a su proveedor de hormigón que tipo de hormigón le suministra (tipo de hormigón con toda su nomenclatura, tipo de cemento, relación agua/cemento, consistencia y qué clase de aditivación química contiene con todas sus ventajas y desventajas) ya que aunque contemos con hormigones muy adecuados, varios factores pueden hacer que ese proceso de fraguado se dilate y nos encontremos con exudaciones largas que dificulten la puesta en obra, que a su vez puede verse aún más perjudicado por corrientes de aire, exposición solar, lluvia o diferentes condiciones climatológicas adversas.
- Escobar realizando el dibujo que la Dirección de Obra marque de manera perpendicular, paralela, vertical, diagonal, con remolinos, etc. a la trazada de la losa pero siempre buscando drenar el agua hacía el punto de desagüe o salida del agua.
- Una vez acabado el trabajo de escobado superficial podremos entonces realizar el curado del hormigón con los líquidos de curado adecuados con tipos ankare curing SB de manera inmediata o bien selladores de hormigones tipo ankare sealer una vez que el hormigón tenga al menos una semana de vida
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